"Yv es para mí"
Yves mi tío mayor que nunca fue tío.
Yves fue, primero, el segundo nombre del mayor de mis primos menores y el primer nombre de otro de mis primos.
Yves fue pedacitos de conversación entre adultos que no comprendía.
Yves fueron las lágrimas y las pesadillas de mi madre.
Yves fueron los silencios y los cambios de humor de mi abuela, así como seguramente Diego los de mi padre.
Yves fue el sentido pocas veces explicito de mis primeras discusiones y peleas políticas con algunos de mis amigos.
Yves era de lo que no se hablaba en las clases de historia.
Yves fue mi llanto y dolor al ver ciertas películas, sentimientos que juzgaba casi siempre ilegítimos.
Yves, junto con Diego, mi otro tío asesinado, el hermano-tío de mi padre, sea tal vez mi deseo de escribir la historia de los "sin voz".
A veces pareciera que, para mis padres, sea yo en parte Yves o Diego ?, mi madre tratando últimamente a Yves de "mon fils", mi padre soñando justo antes de mi nacimiento con tener mellizos y llamándome alguna vez Diego.
Yves deje de ser quizá ahora un nombre o una imagen que me daba miedo hacer recordar a los que lo conocieron.
Yves tal vez empiece a ser el recuerdo no solo de un revolucionario, sino también el recuerdo de la infancia y la adolescencia del mayor de los hermanos de mi madre.
Hasta hoy Yves era un desaparecido por un régimen argentino.
Sin embargo hoy, gracias a la fuerza de las dolorosas y sinuosas memorias argentinas, que aquí aprovecho para agradecer de todo corazón, Yves es nuestro aparecido.
Alejandro Frondizi